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Entuertos de la Otra Orilla
El vino como el diablo manda
Acabo de llegar a mi habitación luego de una clase intensa de portugués brasileño y peninsular: casi tres horas hablando con un segurança y un estudiante brasilero, que viene a la Universidade do Porto por sólo seis meses a terminar su tesis de mestrado, como aquí le llaman. Fútbol, y más fútbol, la jugada de Higuita, el escorpión, la más recordada por ellos; la historia futbolística del Oporto, la selección lusitana con su estrella legendaria: Eusebio, la pantera negra; los campeonatos del Benfica, las gambetas de los suramericanos, la táctica de los europeos, la agilidad brasilera, la fuerza inglesa, el 25 de abril, Lula, Chávez, Uribe, Sócrates (no el filósofo, sino el primer ministro portugués que según cuenta el segurança es investigado por falsificar su diploma de ingeniero y además por corrupción en casos donde ha favorecido a familiares -dónde habré escuchado lo mismo-, es en éste personaje donde reside el poder pues el presidente es una figura meramente representativa, su función es parecida a las tetillas del hombre).
El día ha sido algo fructífero y digo algo, pues, muy a pesar que pude abrir mi cuenta bancaria en el Banco Santander de la Rotonda de Boavista, el reporte de mis datos bancarios no puedo hacerlos personalmente, el coordinador del programa es quien debe reportarlos a la Oficina de Relaciones…
